Hace un par de semanas compartimos una noche lluviosa de charla, música, cerveza y fanzines en la Mexicana, junto a la gente de la "revi-zine" Kaótica. Un encuentro no casual totalmente under, condimentado con publicaciones alternaticas como "INDIGESTA", "1979 jugando entre relojes", "MACRABRO", "DEM", "FETICHE BODOO", "LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS", etc. Propuestas de bajo presupuesto con identidades bien marcadas.
domingo, 29 de julio de 2007
viernes, 27 de julio de 2007
“No es cuestión de dejar los postres”.
Según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine, la genética no sería la única culpable de “nuestra gordura”. Esos “rollitos expansivos” y el incremento de “volumen cárnico” no se hallarían vinculados exclusivamente a una cuestión familiar que generalmente se carga sobre los hombros de los “gordos de los padres” o los “obesos de los abuelos”. El vacío de la soledad -que suele ser llenado con toneladas de comida chatarra, chocolate y helado-, o la adicción Internet –léase: largas horas de Counter Strike, Lineage o pornografía-, tampoco serían las únicas causantes de la obesidad.
Lo cierto es que la obesidad, como lo demuestran los investigadores norteamericanos, puede ser “contagiosa socialmente”, es decir, si los amigos o la familia engordan, existe la posibilidad de que uno también suba de peso. El mencionado estudio afirma que las posibilidades de que una persona se vuelva obesa se incrementan un 57% si un amigo engorda, 40% si un hermano aumenta de peso y 37% si lo hace el cónyuge. A raíz de esto, muchos médicos han comenzado a recomendar a sus pacientes, para cuidar su salud y mantener su peso, “no juntarse con gordos”, “distanciarse de la familia todo lo posible” o “abandonar a sus gordos/as esposos/as”. Es que ser delgado hoy en día no tiene nada que ver con dejar los postres sino simplemente saber con quién juntarse.
Por otro lado, muchos televidentes dejarían de mirar “Cuestión de Peso” por miedo a que el mirar “gordos y gordas” en la tele pueda causar obesidad. A su vez, Jorge Hané, el creador del Reduce Fat Fast, habría presentado una demanda contra el Instituto Nacional de Geriatría –quien financiara el estudio- por arruinarle el negocio, ya que en lugar de tomar unas pastillas para bajar de peso, las personas simplemente se alejarían de los gordos.
Según aseguran los expertos, en Misiones, el miedo a “contagiarse de gordura” a reemplazado al miedo de contagiarse la gripe aviar, el sida, el dengue o la leishmaniasis. La obsesión de los misioneros por cuidar su figura, el verse bien y ser sexualmente atractivos, habría incrementado los índices de discriminación sobre los supuestamente alegres “gorditos y gorditas”. Las excusas como “mi mamá no me deja que me junte con vos porque estás obeso”, “me independizo y me voy a Paraguay… manga de gordos” o “el médico me recomendó que te deje por la flaca de mi amante”, serían cada vez más comunes para evitar llegar a una situación de sobre peso que ponga en jaque la salud.
Fuentes locales informaron que Chiti Madeler, ante la posibilidad de ser contagiada por alguna clienta, optó por no concurrir a su negocio ubicado sobre la calle San Lorenzo de la Cuidad de Posadas. Para los renovadores “ahora las cosas están más claras”, y el alejamiento del primer mandatario de la provincia del senador Maurice Cross ya no sería un misterio.
Por su parte, los sociólogos aseguran que el miedo a contagiarse de gordura pone en riesgo la reproducción social, en tanto genera una tendencia al aislamiento y la búsqueda encarnizada de “flaquitas” y “delgados” en un “mundo de gordos” adictos a la Coca Cola y las hamburguesas.
Lo cierto es que la obesidad, como lo demuestran los investigadores norteamericanos, puede ser “contagiosa socialmente”, es decir, si los amigos o la familia engordan, existe la posibilidad de que uno también suba de peso. El mencionado estudio afirma que las posibilidades de que una persona se vuelva obesa se incrementan un 57% si un amigo engorda, 40% si un hermano aumenta de peso y 37% si lo hace el cónyuge. A raíz de esto, muchos médicos han comenzado a recomendar a sus pacientes, para cuidar su salud y mantener su peso, “no juntarse con gordos”, “distanciarse de la familia todo lo posible” o “abandonar a sus gordos/as esposos/as”. Es que ser delgado hoy en día no tiene nada que ver con dejar los postres sino simplemente saber con quién juntarse.
Por otro lado, muchos televidentes dejarían de mirar “Cuestión de Peso” por miedo a que el mirar “gordos y gordas” en la tele pueda causar obesidad. A su vez, Jorge Hané, el creador del Reduce Fat Fast, habría presentado una demanda contra el Instituto Nacional de Geriatría –quien financiara el estudio- por arruinarle el negocio, ya que en lugar de tomar unas pastillas para bajar de peso, las personas simplemente se alejarían de los gordos.
Según aseguran los expertos, en Misiones, el miedo a “contagiarse de gordura” a reemplazado al miedo de contagiarse la gripe aviar, el sida, el dengue o la leishmaniasis. La obsesión de los misioneros por cuidar su figura, el verse bien y ser sexualmente atractivos, habría incrementado los índices de discriminación sobre los supuestamente alegres “gorditos y gorditas”. Las excusas como “mi mamá no me deja que me junte con vos porque estás obeso”, “me independizo y me voy a Paraguay… manga de gordos” o “el médico me recomendó que te deje por la flaca de mi amante”, serían cada vez más comunes para evitar llegar a una situación de sobre peso que ponga en jaque la salud.
Fuentes locales informaron que Chiti Madeler, ante la posibilidad de ser contagiada por alguna clienta, optó por no concurrir a su negocio ubicado sobre la calle San Lorenzo de la Cuidad de Posadas. Para los renovadores “ahora las cosas están más claras”, y el alejamiento del primer mandatario de la provincia del senador Maurice Cross ya no sería un misterio.
Por su parte, los sociólogos aseguran que el miedo a contagiarse de gordura pone en riesgo la reproducción social, en tanto genera una tendencia al aislamiento y la búsqueda encarnizada de “flaquitas” y “delgados” en un “mundo de gordos” adictos a la Coca Cola y las hamburguesas.
martes, 17 de julio de 2007
Plaza tomada.
Protesta en conjunto, los yerbateros, los estatales, los telefónicos, entre ellos, el barrio se va al centro, intentando mostrar su problemática al resto de la comunidad que aún la ignora. Se acampa entre los muñecos y los pasacalles de protesta que han sido trasladados sobre los árboles, bancos y faroles de la 9 de Julio. Los turistas que andan de paseo se topan con otro bache más de la Argentina, algunos se acercan, la mayoría mira con atención, desde lejos, pero nadie puede ignorar la presencia de “El Brete” en uno de los principales espacios públicos de Posadas. Las camisetas del equipo son colgadas, flameando al ritmo de un gastado cassette de Kachaca que hace la competencia sonora con los parlantes de la carpa del Ministerio de Turismo que está a pocos metros. Ante el riesgo nacional de black out energético, la propuesta de nuevas hidroeléctricas vuelve a reflotar, a pesar del historial negro de las predecesoras; mientras medio centenar de posibles relocalizados resisten y protestan frente a la Entidad Nacional Yacyretá desde diversos lugares y con diferentes tácticas. El ánimo de los vecinos no está en sus mejores picos, aún así la convicción de “seguir hasta lo último” sigue firme. Ellos insisten en seguir apedreando al gigante mientras no se los indemnice como ellos consideran justo, mientras no logren “que los saquen como gente”. Mientras, van a seguir desafiando al gigante con sus hondas.
miércoles, 11 de julio de 2007
Super Chipa
¡Ehh, vos, caú! acordate que la chipa es fuente de vida –como el ginsh sengsh (no sé como se escribe)- salva lo insalvable. Un organismo atiborrado de sones de bemoles: cerveza, vino, ron, vodka, gin, sahumerios varios, semen de pitufo (pitufina ausente), margaritas, martinis para los james Bond vapuleados, y no sé que porquería se pueden meter en el argumento! –perdón, en el cuerpo…- que los haga sobrevolar este patético mundo base del que todos, queramos o no, somos participes. Bueno, en esa instancia: la chipa salva, salva lo insalvable, dibuja lo que está torcido –como las cuentas del REY CHIPA y las obras/leyes del facho de Brignole-. La chipa hace creer que todo es posible…Himan renace –entre las ruinas aspiradas y blancas- es el poder de la chipa que te recupera, y te pone al palo….podés arrastrar tu densa humanidad al borde de tu casa, hasta fingir un saludo efusivo y desubicado a los mateantes –desquiciados, hay que decirlo, de los domingos de mañana-. Es ella, y nadie más, la que pone los punto en las íes, que descorcha cuando la abrumadora nada del final carcome los huesos, o la parca –busquen un diccionario- nos espera a la salida, solos, transpirados, participes de una comedia que no nos creemos ni la mitad. Ahí, la chipa 1, 2 y a delirar (¡”·$%%&/()=?¿*), a volver al mundo base del hoy, marxista, sociológico, capitalista, consumista, de Andy Warhol, de Bukowski, Calamarico, etc.