jueves, 24 de abril de 2008

Guaraníes desencajados

Después de los casos de suicidios en las reservas y ante la frustración de los aborígenes adolescentes, hasta los máximos referentes de los guaraníes terminaron por reconocer que no saben que diablos hacer con sus hijos, y al igual que cualquier familia que no sabe cómo encausar la vida de sus hijos terminaron mandándolos al ejército. Seguro que dentro de poco los enviarán también a la escuela de policías. Y es que la vida es así: “serás lo que tengas que ser o serás policía”.

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