El Hijo Bobo, como suele decir la abuela bardera, "ya está grande ya". Se ha convertido en todo un gurizón (como esos que joden con las bombitas en el centro de Posaá) y hasta anda con ganas de independizarse del yugo de sus tutores. Estas vacaciones se nos fugó y anduvo por todos lados, incluso a visitado lugares que ni nosotros conocemos. Hay quién afirma que lo vió por Entre Ríos, bobeando con la gente del "campo", prendido de una pancarta y una chipa que se llevó de contrabando (Opanka, gracias por la fotillo y la buena onda)
eh!! soy rosarino y conosco esos lugares...no lo conocia al hijo..me lo presentaron y me encanto...muy bueno lo que hacen en misiones !! ya tienen un nuevo fans jeje...
ResponderBorrarQue bueno che, pronto invadiremos Rosario...
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