Bueno sí, está bueno que los funcionarios que se enriquecen a costa del Estado -es decir a costa nuestra- sean perseguidos y tengan que devolver lo que se robaron. Ahora bien, ¿solamente María Julia se enriqueció durante el menemismo? ¿Qué pasa con el resto? Por lo pronto tendremos que conformarnos con ésto y disfrutar del silencioso escalosfrío que trepa por la espalda de algunos.
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