"Al parecer, a nadie se le ocurre que el periodismo es una de las ramas de la historia y que el periodista contribuye a pensar la historia del presente. Cuando una sociedad se constituye en un foro de propagandistas se embrutece. Se vuelve imbécil. Escupe afiches. No piensa más. Elige muñecos y los quema. Se regodea en su fanatismo. Acusa a quien sea de acuerdo a la receta que le entregan los mayordomos del Jefe o Jefa del Castillo. No tiene otro ideal que la servidumbre voluntaria". LEER NOTA COMPLETA DE TOMAS ABRAHAM
Les saludo, amigos.
ResponderBorrarBuenísimo el texto de Abraham y la cita... hace poquito estaba pispeando algo de él. Es bravo. Porque siempre deja un sabor amargo, ¿no? De todas formas la descose...
¡que preciso eso de "El fascismo se define por la superposición entre información y propaganda. Se basa en el sofisma de que sólo hay propaganda"! Que difícil se pone si no se resuelve el mambo intelectual de la objetividad y luego se lo aplica al periodismo, sobre todo si no tenemos la capacidad de diferenciar información y propaganda, si esa necesidad fue aniquilada. Prejuzgo, a raíz de lo que Abraham informa sobre el tiempo que arrastra el asunto de la objetividad, que ese es un baile gustoso para los intelectuales, así que seguiremos escuchando ese ritmo. Objetividad, razón y hechos empíricos fueron y son los pilares de… bueno, el capitalismo fascista.
Si pudiese charlar con el filósofo le preguntaría, informándole de antemano que soy bastante bruto (claro), si, además de pensar por el lado que él propone (por supuesto), no deberíamos tener en cuenta que la “fantasmagórica maquinaria ideológica” no se caracteriza por una prolija convicción moral de especificar cuando dice propaganda y cuando información, pues, al parecer, lo que siempre persigue es su efecto (en lo posible victorioso). De hecho, a veces ni siquiera se caracteriza. Porque me parece que impacta más la propaganda de Axe donde el tipo se pone el fshhhh, caen los ángeles femeninos y parece que quieren pija que un dr. en química explicando como el fshhhhh te quema todo el sobaco y encima se mezcla con el chivo largando catinga para todos lados. No es lo mismo. Y no sabemos por qué. Tal vez.
¿Cuánto deberíamos aumentar nuestro nivel educativo para frenar y/o resistir a las oleadas de la ideología o del poder? No todo es poder, tampoco todo es ideología (parece), pero son premisas muy líquidas para la enorme mayoría que no alcanzamos determinado "nivel educativo". Porque hasta donde recuerdo, una de las primeras cosas que me enseñaron a diferenciar es que no es lo mismo subir al pináculo de una montaña que subir la montaña con un pino en el culo.
Un final zaratustriano…
Un abrazo.