Pensando en lo próximo

El frescor repentino de estos últimos días de febrero no pudieron más que ponernos al tanto de que finalmente se terminaron las vacaciones y falta poco para que el verano se extinga del todo. Es así, se nos fue el verano una vez más y a penas comenzamos el año ya fantaseamos con el próximo mintiéndonos sobre potenciales destinos. Que el verano se termine implica muchas cosas: se terminaron las horas muertas, las chicas van a guardar sus bikinis, el chapoteo en la pileta va perdiendo emoción, las escapadas al arroyo ya no son llamativas, los amoríos en las carpas despiertan melancolía, el contacto con la naturaleza se va resumiendo en el porro, las borracheras permitidas y semicontroladas pasan a ser actividades de vagos y borrachines de mala muerte, etc., etc. Y los que no nos fuimos a ninguna parte hacemos un balance de las cosas que hicimos de todos modos como para justificarnos y hasta sostenemos que las vacaciones no son más que un invento del mundo occidental y del capitalismo de consumo. ¿Qué diría el Che Guevara si supiera que andás alabando el descanso del burgués? Igual hicimos para la versión impresa de Hijo Bobo un listadito breve de las cosas que hicimos los que no nos fuimos de vacaciones solamente para molestar a los que sí lo hicieron... Porque no todo el verano estalló en Crónica.