viernes, 28 de septiembre de 2007

"Escenario político misionero"

(¡Qué carucha! Y pensar que llegó a gobernador...¡dos veces!)

A un mes de las elecciones, la campaña política por llegar al "trono misionero" -figura monárquica instalada por el petiso napoleónico y faraónico- y por lo tanto a la "caja" de la provincia, se va poniendo calentita. La ciudad de Posadas está empapelada con carteles de Chirch -es más fácil escribirlo así-, Closs, y Velázquez -hay otro que va por el lavagnismo pero no me quedó el mensaje ni su nombre en la memoria visual, creo que es Andersen (UCR). Por cierto, ¡qué new age los carteles de Lavagana! Uno parece publicidad de noticiero-. Tampoco hay que menospreciar los carteles de los candidatos a intendente, como los de la Risko con esos inmensos en lo que aparece junto a Closs y a Rovira -el petiso tiene una cara terrible, supongo que muchos niños habran tenido pesadillas después de ver ese cartel. Un trio espeluznante-y hasta algún que otro candidato a diputado.
Ahora bien, los medios publicitarios han evolucionado bastante. Los pasacalles fueron reemplazados por gigantografías excesivamente iluminadas, carpas y mesitas chetas, y carteles luminosos en plazas y plazoletas. Pero tal vez lo que más llama la atención es el hecho de que se siguen utilizando las mismas estrategias de siempre: la foto con el bebé, la foto con el presidente, la foto con el gobernador, la foto trabajando, la foto con los abuelos, la foto con los obispos -FOTO FOTO FOTO...¿la foto con el Jeti? O sea, ¿con Puerta?-, la foto en la escuela -tal vez la novedad en este sentido sean los strippers y odaliscas-, el puntero de barrio, el vino tinto y el chori (¿sex?), la repartija de mercaderías, los planes, la propaganda oficial en canal 12 con gente diciendo boludeces sin sentido y comentando lo bien que estamos ahora, los mensajes en la radio prometiendo lo imprometible, es decir, lo que otros ya propusieron hace años y la cosa sigue igual -¡presupuesto participativo! ¡Que chantada!-. Claro que ellos dan por entendido que son "gente nueva" y que van a hacer las cosas diferentes, sin embargo al final uno se sigue preguntando, ¿dónde está la gente nueva? Si son siempre las mismas caras, el pariente, el compinche, la amante, etc. ¡Hasta Puerta resurgio de entre los muertos! Supuestamente todo está por venir...mas o menos desde el '83, ¿no?


Tal vez lo más llamativo de esta campaña es la estrategia de poner el apodo del candidato en los carteles para estar más a la altura de la gente, del populacho o la llamada "masa electoral", simple, común y corriente. Así se puede encontrar de todo, como monchi, juanchi, chachi, lalo, franchi, teto, polo, pelito, paco, polaco, el ruso, quique, tincho, toti, y cualquiera que se le pueda ocurrir al votante o al costumbrismo misionero.

En fin, un escenario pintorezco, sin mucho que ofrecer a aquellos que realmente esperan (mos) un cambio. Hasta las elecciones señores, que les sea leve el escrutiño.

lunes, 24 de septiembre de 2007

EL Hijo Bobo visitó Puerto Iguazú



El Hijo Bobo anduvo paseando por la cosmopolita ciudad de Puerto Iguazú. Se quedó sorprendido con su dinamismo; ese constante fuir de personas de diferentes nacionalidades hasta le inquietó un poco. Eso sí, precios elevados -muy elevados, $15 un Michael Torino, ¡para caerse de culo!-y una increíble cantidad de brasileros. La vista de las tres fronteras simplemente alucinante, un poco sucio y descuidado el lugar pero el paisaje cautivante. Y no hay que olvidarse de los hippies, que a esta altura, forman parte del paisaje autóctono.

Pero al Hijo Bobo no todo le pareció maravilloso. Hubo algo que le llamó la atención de una manera diferente. En la puerta de los hoteles notó unos personajes desfachatados, sucios, muertos de hambre, vendiendo artesanías y pidiendo "moneditas". "Estos no son hippies", le explicaron más tarde, "son los antiguos propiestarios de estas tierras, los originarios", le dijeron. "Seguramente habrás notado lo felices que están, es que ELLOS son los más beneficiados con el crecimiento del turismo, son una fruta exótica para los turistas, quienes se desesperan por comprar sus productos". Entonces el Hijo Bobo se alegró por estas personas tan afortunadas, al tiempo que unos turistas franceses miraban con indiferencia -y hasta con cierto desdén- a un grupo de Guaraníes que se inquietaban por ofrecerles su "cultura" y "su historia" frente a un populoso hotel.

Al final, el Hijo Bobo se quedó con la -paradójica- sensación de que en Puerto Iguazú, todo parece compensarse con la atención "for export".

viernes, 21 de septiembre de 2007

Pendeja endemoniada


Disconforme. La adolescente estaría analizando la posibilidad de demandar por una "jugosa" suma al sacerdote que la exsorcizó debido a las secuelas de la traumática experiencia. "No quedé bien"-Fue lo que dijo la joven quien hoy por hoy sufre la discriminación de sus compañeros de escuela, a quienes se refirio como "unos malditos cristianos mojigatos chupa velas" . El párraco declaró "no estar preocupado al respecto" ya que está seguro de haber realizado su trabajo conforme a las técnicas de exsorcización establecidas por el baticano. Además, el clérigo asegura tener la colección completa de 'El Exsorcista' en DVD, y haberla visto varias veces antes de proceder a liberar a la joven de las garras de lucifer.

sábado, 8 de septiembre de 2007

De marquesinas y de marketing


El marketing nos sorprende día a día, nos asedia; aparece en las calles y en los medios, sí, pero también en nuestras ropas y en nuestro cuerpo e incluso, en algunas ocasiones, hasta debajo de nuestras camas como un monstruo de la niñez. Lo peor es que si nos descuidamos demasiado se siente en nuestras vísceras en formato de virus cibernético o lombriz solitaria voraz, ustedes elijan…, yo siempre digo que lo siento cual muñeco budú, pero eso es otro tema (aquí Pierre Bourdieu no se atrevería a corregirme). Lo curioso fue que la otra vez pensé que ya no soñaba, simplemente ejemplificaba en mis sueños con una publicidad que era la copia de una ya emitida hace 20 años en Estados Unidos y reproducida en la Argentina con una voz mejicana y la música de fondo de “Función privada”. Hoy, precisamente, me desperté y creí encontrar un vínculo espiritual entre yo y la publicidad, pero lo descarté por irrisorio y ridículo –Es la borrachera que todavía me dura de la noche anterior –dije. Sin embargo, caminando a ninguna parte con un pucho en la boca me encontré pensando en “mercado libre”; en esa publicidad en la que la apertura de un paquete se vuelve una operación cuasi-mística, unos rayos del paquete evocan la iluminación, el deseo más preciado, la revelación las minas del Rey Salomón, la piedra filosofal, el quinto elemento, ¡que sé yo! Pero me imagino la cara del patético-“iluso fulano de tal” cuando un dvd pocholo o un mp4 usado aparezcan ante sus ojos; y me imagino su mueca indecible, plagada de duelo existencial cuando se enteré que el aparatejo tiene sólo 4 funciones y que las demás 254 que promociona son sólo versiones híbridas de las mismas 4 funciones…claro, después se siente mal, no sabe por qué cuernos se siente tan desdichado y sale entre desesperado y sumiso a comprarse la nueva boludez que ofrece el mercado…o va corriendo a insertarse corticoides o botox y no duda en llamar a su psicolochanta…Más allá de esto, me reprocho la falta de imaginación pero sigo caminado con la obturada vena creativa…es ahí donde pienso en las dos rubias taradas del momento: Wanda Nara y en Nicole Neuman (no, no es la sobrina del pintor seductor) ¿qué me pasa hoy?. Me preguntaba, simplemente, que llevaba a éstas a ser calcos de personalidades centrales, hollywoodenses. Es decir, la estupidez las hace promocionarse comprando modelos importados –eso ya lo hacen Tinelly y Pergolini-: una por la escena porno casera y la otra desnudándose por las pieles de animales que usó siempre…actividades ya repetidas en el gran Imperio yanqui y que ya dieron, por cierto, sus réditos (la legalidad indirecta de la pornografía y la ayuda al medioambiente tan trivial y glamorosa que resulta prácticamente inexistente para el mejoramiento de la situación amazónica, por así decirlo. La tilinguería de las clases altas se nos ofrece como verdaderos signos de distinción, de plan racional de actividades revolucionarias y de jerarquía social. Pero hay algo más que se me ocurre mientras intento pensar en otra cosa y retirar mi mirada incisiva sobre un cartel de Brahma –y no es precisamente el dios hindú-. En el mundillo de la publicidad, en un mundo de ideas transplantadas como quería Orwell, yo soy su fiel reflejo, pues pienso ahora, pasados tres minutos coma cuatro segundos, en la publicidad del rugby, de los Pumas que se van al mundial, etc., etc., pero lo curioso de ésta es que para que sea entendible es necesario retraducirla al mensaje del deporte nacional: el fútbol. A ver, en una cancha de fútbol cinco, uno de los muchachos enloquece y envés de patear el tiro libre sale corriendo a hacer un try –ni idea como se escribe- mientras los otros los miran con cara de locos. El ser hincha de fútbol se instala en el rugby, intenta masificar un deporte que, desde larga data, pertenece a las clases altas –que cuando hablan tienen una papa en la boca, como Gaudio o la publicidad de Budweiser; ven, no puedo siquiera articular un ejemplo y una narración que golpee el suelo de la realidad, de nuestra burda realidad que supimos conseguir-. Bien, el caso es que se pasa a través del prisma de un deporte otro, se intenta exaltar algo a través de otra cosa, se promete una satisfacción, un cachondeo equivalente a otra satisfacción y otros cachondeos anteriores. La pregunta aquí es evidente: ¿no es ésta la estrategia por excelencia de la publicidad? No lo sé. ¿Ustedes lo saben? ¿Cristian, vos lo sabés que andás jodiendo siempre con eso del marketing? Bueno, la cosa es que nosotros, como los peces, acaso sólo nos daremos cuenta que existe algo más allá del agua cuando tengamos un anzuelo en la boca. Muchas gracias y vuelvan pronto.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

El Chori Sex: otro gran invento argentino

La globalización de los mercados actuales, la diversidad de productos y el cinismo de los consumidores, han llevado a las empresas a buscar alternativas cada vez más novedosas, prácticamente pensadas en función del "talle" del cliente.

La clave, señalan los estudiosos del marketing, está en diseñar los productos acordes a las necesidades del mercado, que por cierto son muy cambiantes.

Los empresarios argentinos no son ajenos a esta realidad, y desde la convertibilidad les ha quedado claro que si no tienen poder político (o sea: referentes, amigos, compinches, amantes, esclavos, u alguna que otra variable de la degradante corrupción política allegada a sus bolsillos) para llegar a algún acuerdo de sobrevivencia o enriquecimiento ilícito, simplemente van a la quiebra, o sea, se van al carajo, vacían las empresas y los trabajadores que vayan a militar con Castels.

Es por ello que el sector empresarial argentino ha apostado muy fuerte a la cuestión de la innovación: tecnología, recursos humanos, responsabilidad social, competitividad internacional, etc. Un buen ejemplo de ello son los que se dedican al rubro tal vez más disfrutado por los argentinos: la prostitución. "Los travestis fueron la novedad en su momento pero ahora la cosa está cambiando, los clientes se aburrieron de tanto trabuco suelto en la calle y la televisión", señala Don Mario, uno de los cafishos más arriesgados a la hora de tomar decisiones innovadoras en lo que respecta al puterío. "Lo que hicimos fue combinar dos productos básicos de la cultura Argentina: el choripan, más conocido en las grandes urbes como el ‘chori’, y la ‘fellatio’, es decir el popular ‘PETE’"- comenta el empresario del puterío "El Churrascazo", ubicado al costado de una de las tantas rutas nacionales, y que comúnmente es frecuentado por viajantes, camioneros y policías locales.

El "choripete" es sin lugar a dudas una idea única, que debido a su gran aceptación se está extendiendo rápidamente a todo el país. La fórmula del éxito estaría dada por la singular combinación “culinaria-sexual”, que tradicionalmente juega con las representaciones más antiguas de la cultura nacional argentina.

Quienes se dedican a este tipo de negocio, no descartan la posibilidad de nuevas innovaciones y combinaciones que satisfagan el "apetito" de los clientes. "Estamos pensando en cosas como el ‘morcipete’ o la ‘mollejera’, pero todavía son prototipos que hay que probar si tienen aceptación en el mercado"-concluyo Don Mario, quien asegura que para tener una parrilla de este tipo y brindar un servicio de calidad no hace falta una fuerte inversión, ni secuestrar pendejas, engañar a misioneras y/o paraguayitas, o coimear a la policía, sino tener una buena mano para la parrilla, pero sobre todo, un buen proveedor de chorizos y un par de señoras que necesiten paladar.

En la próxima entrega: "7 claves para tener un Chori Sex exitoso"

Power Rangers... lo suponíamos.

Esto no sorprende a nadie, ¿o si?
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