La marcha salió y la gente pudo expresar su bronca. Sería bueno que propiciemos la instalación de tickeadoras y el control fiscal de la venta de boletos de Don Casimiro. Ya que tanto exhiben en los colectivos las certificaciones de calidad – ni hablar de los cursos de capacitación en atención al cliente-, deberían de reconsiderar la seguridad para el manejo que éstas implican, como así también la claridad que aportaría sobre los ingresos de la empresa y sobre sus necesidades financieras.
Una salvedad: Para la próxima marcha sería bueno que se organicen mejor y avisen con mayor anticipación el lugar y el horario de movilización.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario