Bomba-bomba. Boom Boom Kid. Matiné de Viernes.

Festi-punk-pop-grind-hardcore. Mucha energía. Los yeites que siempre nos compran: el tirolés rocker, la tablita encima del público, el mosh generalizado y algún viejo hit empolvado (en este caso, "Runaway Hunts" de Anesthesia). Mucho de Okey Dokey (los temas más coreados por el público teen) y de su catálogo más reciente. Lo que termina de convencer es el carisma del frontman, con un dominio total del escenario, tirando nieve de carnaval sobre la gente, jugando y enguyendose el micrófono o parándose como Frank Sinatra para una balada como "I don't mind". Lástima que a las 23 en punto se tuvo que "evacuar" el recinto para evitar una nueva clasura. Pero a esa altura la fiesta se había consumado a puro headbanging y pogo.