Punteros

El colectivo (falso transporte "público" o faso sistema integrado en el caso de Posaá) es, dentro de todo, un espacio de socialización en el cual uno se encuentra con conocidos/as, amigos/as, colegas, potenciales novias/os u amantes. Donde la gente se aprieta, se arrima, se roza, y hasta se toquetea sin asco pero con delicadeza. Donde se instalan altas discusiones filosóficas sobre el pronóstico del tiempo, las salidas del fin de semana, el trabajo, los exámenes, y hasta se vive(confronta o experimenta) la delincuencia en distintas dimensiones: desde el arrebato de la billetera o cartera hasta los planes de compra de votos de los punteros de barrio. Esto último se puede vivir un día cualquiera, como el de hoy por ejemplo, en el que dos tipejos comentaba y planificaban a viva voz la compra de votos para las elecciones del año que viene. Hacían estimaciones del costo de comprar votos en Paraguay y de movilizar a la gente, de las estrategias más adecuadas para fraguar la práctica democrática mediante la cual ejercemos nuestro derecho a elegir a los gobernantes, como única forma de participar del gobierno. La cuestión es que después de escuchar buen trecho las deliberaciones de estos sujetos, el asco no se hizo esperar (muy fuerte en la boca del estómago) y el asombro ante la falta de vergüenza e impunidad con que se hablan de estas corruptelas ilícitas en un espacio público dio lugar a la perplejidad de los pasajeros, muchos de los cuales -en su foro interno- seguramente esperan que no ganen los "renovados" jefes de estos siniestros personajes de la política local.