“RAPE ME!” (“¡Viólenme!” Canción de Nirvana)

“¡Clausurado, manga de violines!” Gritaron unos pibes que pasaban en camioneta frente a este local; y nuevamente la voz popular tuvo algo de sabiduría. En realidad, uno de los tutores del Hijo iba en dirección a “Quijote” (pobre Cervantes) para sacar fotos de lo que era otro gesto más adosado de hipocresía local. Éste antro (con todas las merecidas letras) fue espacio de una violación colectiva (al menos tres hombres sometieron a una chica mediante el uso de drogas en su bebida) hace una semana. Los acusados fueron inmediatamente detenidos, ante la denuncia de la víctima realizada en la Comisaría de la Mujer. Los primeros días de la semana anterior, el local parecía cerrado. Sin embargo, el viernes, las mesas sillas y sombrillas estaban activas y concurridas frente a la Facultad de Humanidades. Nos quedamos petrificados ante la imagen, sin poder discernir si la gente no sabía lo que había pasado o no le importaba sentarse en un bar donde te podían poner Rohypnol en tu trago para hacerte despertar cuatro horas después inconsciente y abusado sexualmente. El pequeño cerebro del Hijo se puso a hacer forzosas cuentas, y sacó como conclusión: “¡Este hijo de puta tiene mucha plata y un buen conecte!” Al día siguiente el local estaba clausurado. Aún no sabemos si por el hecho de la violación,o porque este fin de semana no les alcanzó para pagar el canon extra a la Municipalidad…