viernes, 18 de julio de 2008

Un viaje lleno de arena: Los Alamos

“Somos cinco alborotadores [viola, bata, bajo, trompeta y mandolina] cuya única religión es el rock, contrabandistas de sonidos atemporales que suenan más fuerte que cualquier manifestación de la naturaleza. Porque no tocamos para entretener, tocamos para no morir” (Peter Alfred)

Cuando escuché Los Álamos por primera vez me dije: ¡la puta madre que buena banda loco! Hacía tiempo que buscaba algo así, cansado de las banditas fetiche de siempre y los estilos que rápidamente se convierten en moda.

Los arpegios de la guitarra acústica, los punteos de la mandolina, el acompañamiento rítmico de la batería, ligeramente me transportaron al desierto norteamericano y las películas de vaqueros. “Seguro son yanquis”- pensé, pero el comentario del disco "No se menciona la soga en casa del ahorcado", posteado en Stay Free daba indicios de que se trataba de otra cosa. Me quedé con una asociación vaga del desierto mexicano y el idioma castellano que finalmente vino a aclararse luego de visitar su página oficial.

El cartel luminoso del Motel nos invita a entrar mientras metal detector (cover de East River Pipe) suena de fondo. Después del clic nos encontramos en una habitación que refleja indescriptiblemente el estilo narco country (indie-western-blues-country-folk) de Los Álamos, un gatillazo que nos llega hasta el alma.



Página oficial
http://www.alamosrock.com.ar.

Nota en la Rolling Stone

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