En menos de una semana, El Coyote atrapó al Correcaminos, descubrimos una versión sadomaso de Superman y encima la Semana Chanta de Paraguay culminó con la aparición pública de un "Luguito".
Lo del Roadrunner (el del ¡Bip! ¡Bip!) se debe al pedido (vía cash) de un fan empresario a la Warner Bros, para poder ver por fin la histórica captura de su cartoon favorito. Después de infroctuosas décadas de fallas de los productos Acme, El Coyote consiguió el mayor logro desde sus últimos "pases" en Tijuana Village.
En el caso del "Supermaso", se trata de la aparición de una serie de tiras que Joe Shuster (co-autor junto a Jerry Shiegel del héroe) ilustró un par de años después de haber cedido todos los derechos de su personaje a la editorial DC Comics (por una centena de pocos dólares). De esta forma, Shuster juntaba un par de washingtons ante su magra situación, mostrando al alter ego de Clark Kent ligando con gusto por parte de su amada Lois Lane (lo mismo que a muchos periodistas vernáculos les gusta hacer en la pantalla chica).
Y finalmente, en el caso del actual presidente de la República del Paraguay no se demuestra nada nuevo al retratar la historia sentimental de un prelado y una feligresa; lo novedoso está en la actual racha de exposición pública de dichos "incidentes", como si las dádivas del Vaticano S.A. ya no alcanzaran para tapar los baches de sus ciervos en los mass media.
Demasiadas sorpresas en un lapso tan pequeño. Algunos inclusive, ya lo ven venir al fin del mundo que plantearon los Mayas.
Lopaitema diría la cosmovisión de nuestros paisanos.
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