Romanticismo

Muchas veces estamos tentados a considerar al romanticismo como una fuente perpetua del buen sentido, del fino olfato y la excelencia en el gusto. La realidad, aunque parezca obvio decirlo, al ser múltiple, ruidosa y compleja, excede los imaginarios y arquetipos sociales. Incluso, llega el momento en el que apegarse a los "ideales" es una fuente de verdadera estupidez. ¿Quién no recuerda esa escena de "Al diablo con el diablo" en donde el hombre más sensible del mundo es abandonado por un grupo cervecero que reflejan el simplismo la masculinidad: acción y no conjetura o odas elementales.Vale decir, entonces, que este pequeño video publicitario, además de participar en la consigna posmoderna de la trasgresión de las fórmulas idealistas, nos muestra cierta tendecia contemporánea (chic) desconstractuada y lujosa...que, creemos, otros miembros del plantel, más ligados al marketing, podrán analizar con más tino...fíjense y después nos cuentan...